¡Por fin! este fin de semana nos hemos lanzado y hemos hecho la mesa elevable para el salón que llevaba rondando en nuestra cabeza meses… o años.
Nuestro proyecto de la mesa ha pasado por muchas etapas, estaba la de «nos fabricamos la mesa pero todo, patas tablero…» pero como no somos ingenieros de mesas pues no nos fiábamos de la estabilidad que fuéramos capaces de conseguir y que al segundo día se desmoronara como un flan o simplemente al elevarla se viniera para delante.
La segunda etapa fue «venga va, partimos de una mesa Lack, que es barata y la estabilidad la tenemos asegurada, pero como molamos un montón, todo lo demás lo hacemos nosotros en madera» y esa etapa hubiera funcionado si no hubiéramos comprado un tablón de madera que ¡se ha combado! (ya estamos maquinando que vamos a hacer con él). Además cuando llegamos a casa confirmamos que suelo imitando madera y mesa de madera… la casa parecía un aserradero.
Y poco a poco hemos conformado nuestro proyecto y ya tenemos nuestra mesa elevable ¡Se acabo partirnos la espalda para comer sopa!.
De mesa Lack a mesa elevable. Necesitamos:
- Mesa Lack de Ikea 90 x 55 cm
- Tablero Linnmon 100 x 60 cm
- 22 escuadras pequeñas con sus correspondientes tornillos tirafondos.
- Bisagra elevable, se vende en Leroy Merlin y por internet igual la encontráis un pelín más barata.
- Tablón de madera de 43 x 43 mm
- 2 tablones de madera de 96 x 18 x 2400 mm
Lo primero es decidir cuanto queremos que suba la mesa ya que las bisagras suben unos 16 cm o así, como nosotros queríamos que subiera un poco más decidimos poner las bisagras en alto, así que compramos el tablón de madera de 43 x 43 y lo cortamos en dos trozos del largo de las bisagras.
Con los tablones de 96 x 18 x 2400 mm cortamos 4 piezas para cubrir todos los laterales de la mesa, están cortados a inglete con una máquina creada por los dioses (nos fue de mucha ayuda para cortar los rodapies de la casa) pero se pueden cortar en ángulo recto sin problemas.
Estas piezas al ser madera natural sin tratar se llevaron su primer lijado gradual, es decir, empezamos por lijas de grano grueso y vamos reduciendo el grano (aumentando el número de la lija) hasta dejarlo suave como el culito de un bebe, después del lijado le aplicamos 2 capas de tapaporos y 2 capas de barniz incoloro con lijado fino (lija 500) entre capas y lijado final.
Una vez que ya tenemos todos los materiales preparados ¡manos a la obra!
Disponemos las piezas que irán de la siguiente manera:
En esa imagen falta esta escuadra que nos dimos cuenta que es imprescindible (4 en total)
Y a atornillar como si no hubiera un mañana, con un atornillador eléctrico el trabajo es muchísimo más fácil y rápido.
Una vez que tenemos los laterales de madera y las bisagras fijadas nos queda poner el tablero, hemos elegido el tablero un poco más grande que la mesa para que resulte fácil y cómodo tirar de él para elevarlo.
Para que nos quedara centrado lo que hicimos fue presentar el tablero dejando los márgenes que queríamos por todos lados y dibujamos el contorno, luego medimos a que distancia estaba la bisagra del borde de la mesa, y de esta manera podemos marcar donde va la bisagra y atornillarla con no poca dificultad ya que nos hace falta que el atornillador tenga el mango corto porque hay poco ángulo de maniobra.
Y ya no nos queda nada más que disfrutar de la mesa, que para los que no tenemos mesa de comedor esta mesa elevable nos hace la hora de la comida mucho más cómoda.
Sin olvidarnos de la capacidad de almacenaje oculto.
Nosotros hemos usado esta mesa pero realmente se puede usar cualquier otra mesa que queramos jubilar y que permita que se le atornillen las bisagras.
Si no ha quedado clara la explicación o te surge alguna pregunta sobre la mesa (no vale hacer preguntas sobre física cuántica) ¡no dudes en comentar! esteremos encantadas de poder resolverla.
xo