Ya llevamos un par de meses disfrutando de esta deliciosa fruta, la cereza, y es que las cerezas son una de esas frutas que se esperan con ganas porque se asocian al verano, buen tiempo, vacaciones… al igual que pasa con la sandía o el melón.
Y dentro de las cerezas encontramos esta variedad denominada picota que por su dulzor y carnosidad la hace especial e imprescindible los veranos en casa.
Así que con lo que nos gustan las picotas y con lo que nos gustan y sencillos que son de hacer los crumbles no nos hemos podido resistir a hacer este delicioso crumble de picotas con nueces.
Ingredientes del crumble con cerezas y nueces:
- 100g cerezas picotas
- 30g harina
- 20g mantequilla
- 20g azúcar
- Nueces al gusto
Las cantidades dependerán de para cuantos hagamos el postre, este es para un recipiente (2 personas) y con una proporción desigual de más fruta que masa, pero este postre permite que se juegue con las cantidades al gusto del cocinilla, así que si nos gusta con más masa que fruta pues allá que vamos, que nos parece que está demasiado dulce, pues le echamos menos azúcar, este postre es totalmente personalizable ¡me encanta!.
Vamos con la receta, lo primero será poner a precalentar el horno a 200ºc y comenzamos deshuesando las picotas y troceándolas, le sacamos toda la carne y sin pelarlas ni nada las picamos y las extendemos sobre la base del recipiente en el que lo vayamos a hornear, este postre no se desmolda, así que nos tocará hornearlo en el molde definitivo en el que lo vayamos a servir.
Después trocearemos las nueces, el tamaño va a gusto del consumidor, depende si nos gusta encontrarnos el fruto seco o que percibamos el sabor pero no notemos su textura. Ponerle frutos secos al crumble le da un toque más crujiente si cabe que hace que quede espectacular, podemos poner los frutos secos que más nos gusten ya sean piñones, almendras caramelizadas… lo que nos de la imaginación o la despensa.
Una vez que hemos troceado las nueces las echamos a un bol junto con la mantequilla, la harina y el azúcar, lo mezclamos con los dedos hasta que nos quede con una textura arenosa.
Una vez que tengamos creada la arena se la echamos por encima repartiéndola sobre la cereza y ya solo nos queda hornear hasta que se dore, no pongo tiempos porque esto ya se sabe que depende del horno, así que solo tenemos que ir mirando y cuando esté doradito ¡a disfrutarlo!.
La mezcla del dulzor del crumble con la ligera acidez propia del fruto rojo crean una explosión de sabores deliciosa.
Es aconsejable que la cereza esté más bien madura ya que es un postre de horneado corto y si ponemos la fruta poco madura se nos podría quedar muy entera, aunque nos quedará igual de rico :)
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