Hace unas semanas estuve en Madrid y siento que he empezado un idilio, tras ver mil rincones me quedé con ganas de más, y eso siempre es buena señal, Madrid para mí siempre ha sido una ciudad de trasbordos tanto de avión, tren o bus, pero nunca la había visitado, así que ¡volveré!. Total que entre los mil lugares que visité uno de ellos fue el museo de arqueología, espectacular, y buscando inspiración la encontré, tenía ganas de hacer unos posavasos con arcilla, y buscaba diseños, así que aquí están.
Para realizar los posavasos hemos usado pasta de modelar a base de arcilla de secado al aire, la venden en papelerías y bazares, la hemos cogido en color blanco para pintar solo ciertas zonas y dejar el blanco de fondo.
Hemos hecho dos versiones que podemos usar según la ocasión, unos en dorado que nos podrían servir para copas de vino, y otros más divertidos para cócteles.
El método es muy sencillo, cogemos una porción de arcilla y la aplanamos con un rodillo, para que el posavasos tenga el mismo grosor en toda su superficie podemos poner un rotulador a cada lado de la masa antes de pasar el rodillo, y así el rodillo irá aplanando la masa hasta que tope con los rotuladores, con lo que el posavasos tendrá el grosor del rotulador.
Otra manera menos rústica de hacer que el posavasos tenga el mismo grosor es usar unos rodillos que venden de pastelería que vienen con unas gomas de distintas medidas y estas son las que hacen de tope.
Y luego está la manera más rústica de todas que es lo que se viene a llamar “a huevo”, es decir, le pasamos el rodillo, y como quede quedó, que también quedan muy bien, solo hay que tener en cuenta que mientras más gruesos hagamos el posavaso menos tenderá a deformarse la pasta al secar.
Una vez aplanada la arcilla hemos hecho la circunferencia con una copa del revés, presionamos, giramos y ya la tenemos.
Para hacer los dibujos hemos usado el capuchón de un boli bic y la punta de un lapicero sacando un poco de mina para que no se metiera dentro la arcilla. A la hora de hacer las líneas rectas es mejor hacerlas presionando en vez de arrastrando, porque al arrastrar tiende a agrietarse y a agolparse la arcilla y no queda del todo bien.
Para pintarlas, en el caso de los cactus los hemos pintado con pincel y pintura acrílica, aprovechando los surcos para dar los distintos calores y crear más profundidad, y en los de dibujo geométrico hemos usado un rotulador permanente dorado, ambos materiales han funcionado bastante bien.
Después de pintados se les da una capa de barniz para impermeabilizar el posavaso y que no se nos estropee al mojarse.
¡Y ya solo nos queda disfrutar de nuestros cócteles!.
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