Hoy os traemos un pequeño percance que nos pasó una vez terminada la reforma de la casa. Como pudisteis observar la casa tenía las ventanas de madera, así que decidimos cambiarlas tanto por el aislamiento acústico cómo el térmico. Ya estábamos nosotros felices y descansando con nuestras ventanas nuevas cuando nos dimos cuenta que bajo la ventana del dormitorio la pared sonaba hueca, de repente se calló un trozo de pintura, así que nos pusimos a rascar toda la pared estropeada y cuando nos quisimos dar cuenta teníamos toda la pared bajo la ventana de la siguiente manera. Nos pasó como a Gila que tiró de un padrastro y se peló todo.
Pos lo visto la ventana anterior tenía alguna filtración por lo que la pared había escupido toda la pintura, y así hemos estado un buen tiempo con nuestra pared amarilla cementosa. El dormitorio tiene gotelé, así que para arreglar este entuerto teníamos que echarle temple con un rodillo de efecto gotelé y no nos hacía nada de gracia la idea.
Así que dándole vueltas a que alternativas podíamos aplicar llegamos a la idea de pintar nuestro desconchado en la pared con efecto ladrillo.
Hay dos maneras de hacer el efecto ladrillo, una es con esponja y la otra con rodillo/brocha/pincel. Os dejamos una muestra de como queda cada una por si os lanzáis a tener vuestra propia pared de ladrillos podáis elegir el método partiendo del resultado que más os guste.
Efecto ladrillo con brocha
Este se hace dividiendo en secciones rectangulares del tamaño de ladrillos la pared a pintar usando cinta de carrocero, una vez que tenemos todos los ladrillos seccionados pintamos por encima con un mini rodillo o una brocha, podemos pasar por encima de la cinta de carrocero que esta dejará los huecos en blanco sin problemas.
Una vez seco retiramos la cinta de carrocero y nos quedaran rectángulos de pintura con un efecto demasiado plano y que no dará ninguna sensación de ladrillo, para ello le daremos brochazos con un pincel plano y una pintura gris un poco más oscura en la linea de abajo y la linea de la izquierda de cada ladrillo dándole de esta manera profundidad al dibujo, también le podemos dar algunos toques en el interior de cada ladrillo.
Efecto ladrillo con esponja
Este es el resultado del ladrillo hecho con esponja, este es mucho más rápido de hacer y requiere menos precisión y detalle. Este es por el que nos decidimos.
Lo primero que hicimos fue delimitar la zona con cinta de carrocero, ya que queríamos dar el efecto que tras la pared descascarillada se encontraban los ladrillos.
Nos fabricamos nuestro molde con esponja que hará las veces de ladrillos, nosotros usamos una esponja de supermercado, dibujamos el tamaño que queríamos y la cortamos con tijeras.
Una vez hecho esto pintamos de color blanco hueso la pared, esta pintura hará las veces de cemento entre los ladrillos.
Una vez seco hacemos una linea recta con un trozo de cinta de carrocero que nos servirá de guía para que nos salgan derechos los ladrillos, para esto nos podemos ayudar del móvil con alguna aplicación que nos haga de nivel. Una vez hecha la primera linea de ladrillos ya podemos retirar esta guía.
La pintura que hemos usado ha sido la siguiente: hemos cogido pintura blanca de pared y le hemos añadido colorante negro hasta conseguir el gris que queríamos. Con el objetivo de que los ladrillos no tuvieran un gris demasiado plano hemos añadido gotas de colorante y de pintura blanca y las hemos removido sin llegar a mezclar, lo que hará que los ladrillos tengan distintos tonos de gris.
Sin más nos ponemos a estampar ladrillos, mojamos la esponja en nuestro plato de pintura, quitamos el exceso pasándolo por un plato limpio o por cartón y presionamos sobre la pared.
Una vez que tenemos toda la pared pintada esperamos a que seque y retiramos la cinta de carrocero del contorno y ya tenemos nuestro resultado final.
Al final le hemos sacado provecho a lo que en su momento fue un problema, estamos de lo más contentos con el resultado, así que con nuestra sonrisa de oreja a oreja nos despedimos hasta el lunes ¡Buen fin de semana!